"Se nos ataca sin miramiento cuando solo han abierto el 10 % de los locales"

20/07/2020

«No es justo que siempre se criminalice al ocio nocturno», afirman desde el sector - Aseguran que cumplen la normativa y que los brotes han surgido en botellones y fiestas particulares.

Los empresarios del sector del ocio nocturno se quejan amargamente de lo que consideran un señalamiento injustificado. Así lo lamentaban ayer desde la Federación de Ocio, Turismo y Juego de la Comunitat Valenciana (Fotur), al tiempo que destacaban que todas las medidas sanitarias y de seguridad que se les han exigido frente a la covid-19 se cumplen «a rajatabla».

Las fuentes de la federación consultadas por este periódico criticaban que el sector del ocio está siendo «penalizado» y «atacado de una forma indiscriminada». Piden a la Administración que si ve irregularidades en algún local, «actúe», pero no se sienten responsables de los brotes ni la afloración de casos de covid-19 de los últimos días.


«Siempre estamos dispuestos a buscar soluciones y al diálogo, pero nosotros estamos cumpliendo, los problemas vienen del botellón, las comidas y cenas familiares, las fiestas en chalets... nada que ver con el ocio nocturno», apuntan desde Fotur.

Además, aportan un dato: «nos 'matan a cañonazos' cuando no han abierto el 90 % de los locales y el 10 % que lo ha hecho, con un tercio del aforo. Eso son 33 personas en un pub para 100». «Somos el sector más responsable, porque cerramos antes que el resto y seguimos pagando gastos... estamos para que nos rescaten», afirman con indignación.

Una «ruina total»
En Gandia, el decreto de Sanidad para cortar el ocio nocturno durante 14 días en pleno verano ha sentado como un jarro de agua fría entre los empresarios, especialmente en la playa. La medida afecta, por ejemplo, a los locales de la plaza del Castell, junto a la carretera Natzaret-Oliva. Desde finales de los años 90 esta era la principal zona de pubs de la playa, si bien en la última década había sufrido un declive importante debido a varios factores, entre ellos las quejas vecinales por el ruido, la crisis económica y los cambios de hábitos de la gente joven, más favorables al «tardeo».

Desde que hace un mes se permitiera la reapertura, sólo había cuatro de ellos en funcionamiento; uno más iba a abrir este fin de semana. «Todos estaban cumpliendo con la normativa, sin pista de baile, y tres tenían terraza fuera», asegura Paco Torres, portavoz de la asociación de pubs, «pero no podemos controlar a todo el mundo ni las conductas irresponsables de algunos clientes». Acata la decisión, pero vaticina «una ruina total», por lo que pide desde ya medidas compensatorias, «bien por parte de la Generalitat o del ayuntamiento, como la exención del IBI».

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En la misma línea opinan desde Falkata Sundown Club, una discoteca que cada verano atrae a miles de jóvenes y es el principal motor del ocio nocturno de la playa gandiense. Abrió hace apenas un mes, el 19 de junio, en la fase 3 y fue la primera de la Comunitat Valenciana en dar ese paso. Debido al coronavirus, había cambiado radicalmente su concepto: la pista de baile se sustituyó por una gran terraza al aire libre donde cada grupo de personas tenía reservados y desde allí escuchaba al DJ. Además, realizaron una inversión de más de 50.000 euros en mobiliario exterior.

«No me parece justo que siempre se criminalice al ocio nocturno, estábamos cumpliendo las normas, hasta la Policía Local y los propios clientes nos han felicitado por ello», se lamenta Aida Berenguer, gerente de La Gran Manzana, un grupo que incluye varios locales y el hotel Safari.

El cierre deja en la calle a 80 trabajadores de Falkata, muchos de ellos jóvenes camareros o relaciones públicas que habían acudido expresamente a Gandia por la temporada. «Me han llamado llorando, desesperados, para ver qué podíamos hacer, ya tienen el piso alquilado», se lamenta Berenguer.

Las empresas también ven con preocupación el impacto que este decreto pueda tener sobre la imagen de Gandia como destino turístico. «Es un desastre, los clientes se irán a Dénia, a Oliva, o a Cullera», señala Berenguer, y advierte que los hoteles están a medio gas y ya se han anulado reservas.

Fuente: Levante EMV

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