"Los bingos valencianos deberán reabrir con las menores limitaciones posibles en cuanto aforo además de contar con rebajas tributarias y una flexibilización de su oferta"

19/05/2020

ENTREVISTA CON JULIÁN SÁNCHEZ, PRESIDENTE DE EJUVA.


Los bingos valencianos anhelan abrir cuánto antes pues la espera provocada por el coronavirus se está haciendo insostenible. Las dudas surgen en el horizonte post-coronavirus y las medidas adoptadas por la Administración para poder recuperar un negocio parado durante largo tiempo. También habrá que esperar la reacción del consumidor. De todas estas cuestiones hemos hablado con Julián Sánchez, presidente de la asociación de bingos de Valencia EJUVA.

¿Cree que las medidas adoptadas por la Administración autonómica son suficientes para paliar el impacto por el cierre de los bingos o se deberían haber adoptado más?. Y si es así, ¿cuáles?

Para el periodo durante el que estamos en situación de cierre por el COVID-19, entendemos que la medida adoptada consistente en la bonificación de la tasa de máquinas tipo B, junto con los ERTEs, en relación con las plantillas de trabajadores han sido suficientes y correctas, y solamente se ha echado de menos que se hubiera creado algún tipo de ayuda para hacer frente al pago de los alquileres de los locales, que dadas las características propias de los mismos son muy, muy elevados y, por tanto, muy difícil de asumir su pago estando cerrados al público y, por tanto, sin poder desarrollar la actividad para la que se han arrendado.

¿Qué deberá hacer la Administración para que la etapa postcoronavirus (reapertura) sea lo más llevadera y fluida posible?

Entendemos que deberá hacer un esfuerzo importante y ayudarnos mediante la rebaja en una cuantía considerable de los tributos propios de la actividad y la flexibilización de nuestra oferta de juego.

¿En qué condiciones deberían abrir los bingos para que sean rentables o cuanto menos no generen más pérdidas?

Deberán abrir con las menores limitaciones posibles en cuanto a su aforo, que en ningún caso deberá ser inferior al 60% del que tiene concedido y disponiendo por una parte de esa rebaja de la tributación del juego del bingo en sus dos modalidades, tradicional y electrónico y, por otra, de la flexibilización de nuestra oferta de juego.

El impacto del coronavirus, ¿cómo se va a traducir en el balance de 2020 – número de trabajadores, salas operativas, cartones vendidos -…?

Es evidente, según todos los informes y datos que vienen facilitando la inmensa mayoría, quizá la totalidad, de expertos en economía que el impacto del coronavirus va a tener el carácter de catastrófico para toda la actividad económica en general y que la nuestra no va a ser una excepción sino, más bien, todo lo contrario, por lo que seríamos unos ilusos si no contestáramos que se traducirá de forma muy negativa, aunque mantenemos la esperanza de que con las ayudas que esperamos recibir de la Generalitat, finalmente, dicho impacto sea menos terrible de lo que los expertos vaticinan y se puedan mantener abiertas las empresas y, por tanto, mantener todos los puestos de trabajo.

Durante el confinamiento el bingo online ha incrementado sus ventas. ¿Se teme que continúe al alza mientras las salas necesitan un período de aclimatación ante la nueva situación?

Es indudable que ese crecimiento le ha permitido al bingo on line captar mucha clientela del juego presencial y que es posible que sigan incrementando sus ventas, pero como se trata de algo que ha ocurrido en una situación insólita y no disponemos de datos fiables que provengan de situaciones y experiencias anteriores que nos permitan hacer una valoración seria, desconocemos qué ocurrirá cuando abramos de nuevo nuestras puertas al público, pero el actual escenario es muy preocupante, y por ello necesitamos contar con la ayuda que le hemos pedido a la Generalitat para que nuestros clientes vuelvan a disfrutar del ocio presencial que se ofrece en nuestras salas que consideramos incomparablemente mucho más atractivo y saludable que el de jugar metido en casa, sin motivación para arreglarse, salir a la calle y socializarse con la gente, y que aporta mucha más riqueza a la economía nacional mediante la creación de muchísimo más empleo y el flujo económico que representa el pago de alquileres de la importancia que conlleva la gran superficie de los locales que ocupan las salas de bingo, el consumo de suministros acordes a dichos locales etc, en definitiva un ocio propio de los locales de pública concurrencia que forman parte de la llamada industria de la felicidad.

 

Fuente: Sector del Juego

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